Uno de los mayores atractivos de la aldea es la espada divina Murasamemaru, clavada en una piedra de la que nadie ha podido sacarla. Debido a su aislamiento, ha resistido la expansión de la civilización. Sin embargo, su encanto rústico y sus aguas termales lo han convertido en un famoso destino turístico. En lo profundo de las montañas se encuentra Hoori, un pequeño pueblo tan remoto que no paran trenes allí. hasta que nuestro protagonista Arichi Masaomi logra partirla por la mitad. Antes.
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